Datos personales

Mi foto
Mendoza, Mendoza, Argentina
El Foro "Corriente de Opinión Ciudadana" fue fundado en la ciudad de Mendoza - Argentina en el año 2000- y sus integrantes son: Dr. Roberto Chediack; Dr. Roberto Follari; Prof. Elsa Pizzi; Dra. Esther López; Dr. Jorge Barandica; Cont. Oscar Santarelli; Prof. Olga Ballarini; Lic. Walther Marcolini; Cont. Pedro López; Arq. Ennio Fattiboni; Mag. Pedro Zalazar

jueves, 24 de septiembre de 2009

PortadaUltimas NoticiasSocialesClasificadosParticipáFúnebresArchivoIngresar | Registrarse .
Jueves 24 de septiembre de 2009 | 08:34 hs Opinión..Por Roberto Chediack y Pedro Zalazar
ImprimirEnviar.Paradojas de un mundo que hay que cambiar
Un recorrido por todas las desigualdades de un mundo injusto donde la pobreza se naturaliza y la riqueza se exhibe pornográficamente. Un llamado a la participación contra este deplorable estado de cosas.

Ampliar Foto jueves, 24 de septiembre de 2009

Cada tanto se instala en la opinión pública el tema de la pobreza, muchas veces con intencionalidad política y no como preocupación real y casi nunca se habla de la verdadera causalidad, que es donde hay que indagar si realmente se quiere solucionar.

La pobreza siempre es un escándalo y abarca a amplios sectores de nuestra sociedad, más allá de que sea de 30, 40 o 50%.

El Papa habla del escándalo de la pobreza, pero no habla del escándalo de la concentración de la riqueza, que son los dos polos que se retroalimentan entre sí. A lo mejor se justificarán diciendo que “los ricos no ingresarán al reino de los cielos”, pero mientras la mayoría de los personajes poderosos de la tierra que la prohíjan entran al Vaticano, donde también han hecho negocios -bancos mediante- con el mismo.

Creo que no sólo deberían criticar al gobierno de turno que es lícito y necesario pidiendo medidas para redistribuir la riqueza sino también analizar y no con palabras ambiguas como generalmente lo hacen, siempre sin dar nombres y apellidos, porque no es cuestión de ponerse en contra de los poderosos en el país y en el mundo.

África, Asia y América Latina padecen este flagelo, mientras cada vez más se acentúa la brecha entre países pobres y ricos y entre los sectores de la propia sociedad. Generalmente el subdesarrollo y la pobreza tienen origen en la concentración de riqueza y el despilfarro ajeno o la especulación financiera, o el intercambio comercial asimétrico, entre los que poseen el poder y los que lo padecemos.

Veamos algunos datos para despertar la curiosidad, a nivel mundial y luego en nuestro país. Entre los hombres más ricos del mundo se destacan Bill Gates con 40 mil millones de dólares; Carlos Slim, 35.000 millones y otros del club de los 1.000 más pudientes donde están banqueros, financistas, narcos, traficantes de armas, multinacionales, etc., donde vemos que muchos de ellos en forma individual superan el PBI anual de muchas naciones del mundo: por ejemplo: Uruguay 31.000 millones; Ghana 31.000 millones o Ruanda 9.000 millones.

Europa gasta en cosméticos y perfumes más de 150.000 millones de dólares por año, mientras en el mundo los hambrientos superan ya los 1.000 millones.

En la XI reunión de la Unctad (Organismo de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) el presidente Lula Da Silva dijo: “Que en la década de los ’60, cuando la Unctad fue creada, la renta por cápita de las naciones más pobres era de 212 dólares al año, mientras en los países más ricos pasaba de 11.400 dólares. Cuarenta años después los más pobres andaban por 267 dólares mientras las naciones más ricas ya estaban en 32.400 por cápita”.

La crisis de los bancos de ellos seguramente la pagaremos nosotros mediante un sistema comercial injusto o con la extracción de más renta que las empresas o bancos de dichos países sacarán de los nuestros o mediante el uso indiscriminado que hacen de nuestros recursos naturales -petróleo; minerales, agua, tierra, etc.-

Seguirán llevándose también nuestros científicos, profesionales o técnicos (sangría de cerebros) que nuestros Estados, es decir nuestras sociedades pagamos para formar.

Sería interminable dar la lista de “ricos y famosos”, de lo que tienen y de lo que ganan muchos artistas, jugadores de fútbol, sobre todo en EEUU y Europa o directores técnicos que tienen el precio que el mercado les asigna, donde siempre se habla de millones o de las excentricidades de miembros de las realezas, jeques árabes u hombres de las finanzas, para los cuales no hubo techo en su salvataje financiero, de la crisis que ellos mismos provocaron y no le quepa ninguna duda señor lector, que la pagaremos entre todos.

Seamos honestos intelectualmente, para los dueños del poder y la economía los pobres nunca han sido ni son prioridad, o mejor dicho, sólo para los dobles discursos de tantos que quieren el statu quo para seguir abultando sus ganancias y riquezas, mientras muestran al mundo pomposas vidas en TV, o revistas especializadas, que no las exponen como escandalosas ni perversas, sino como caprichos y con un dejo de admiración por el despilfarro del dinero.

Seguramente algunas migas de sus mesas serán destinadas a formar fundaciones para los niños pobres, que los muestran como un signo de magnanimidad y “filantropía”, pero que en realidad merecen otros calificativos que son irreproducibles en un periódico.

En nuestro país, el 10% más rico gana 35 veces más que el 10% más pobre y 50% aproximadamente de los niños de nuestro país, nacen en hogares pobres. ¿Cuántas personas en nuestro país y en el mundo viven como menos de un dólar por día?, mientras los más ricos pagan miles de dólares por noche en un hotel.

La pobreza debe ser el eje de un debate social, pues nos incumbe a todos, pero la mayor responsabilidad le cabe a los que tienen responsabilidades políticas y económicas.

Redistribuir la riqueza en el mundo y en nuestros países es la primera prioridad política sensata, si queremos recuperar la dignidad, crear ciudadanía, disminuir la violencia e ir a una sociedad con menos perversidad y más humanismo.

Nunca debe ser motivo de oportunismo y demagogia política. Debe ser la expresión sincera de sentimientos de hombres bien nacidos que quieren un mundo mejor para nuestros niños y donde la estupidez humana deje de ser considerada una virtud.

El día que nuestros jardines maternales, nuestras escuelas, nuestros centros de salud y las mesas de nuestras familias tengan algo del brillo y la opulencia que tienen los bancos y las financieras, ese día será que el hombre habrá comprendido que es mucho más importante resguardar la vida de los seres humanos, que el dinero muchas veces mal habido. Por Roberto Chediack y Pedro Zalazar - Miembros del Foro Corriente de Opinión Ciudadana